Esta crucial pregunta tiene varias aristas que vale la pena explorar…

Empecemos….

Para el mundo empresarial el dilema puede leerse: sigo con mi mismo giro de negocio o cambio. Me atrinchero o dejo ir…

Es decir mi giro de negocio se queda para el futuro o se va. Y se barajan todos los matices intermedios. Sin claridad alguna.

El motor del capitalismo en los últimos siglos ha sido el mercantilismo. Compro o vendo, en el movimiento hago la ganancia. Y la ganancia es lo importante no lo que vendo, ni el efecto que produce en los que compran. Desarrollo el “marketing” es decir creo la necesidad y capitalizo.

A su vez aquí hay varios niveles…

El mercantilismo oportunista se ha subido al carro del pánico pandémico, y trata de capitalizar, al clásico y más vil estilo tradicional. Nos venderán todo tipo de artefactos, equipamientos y productos para “evitar que nos contagiemos del virus”, sin importarle “un comino”, los efectos negativos del uso de estos y mucho menos la salud de las personas que los usen. Aquí brilla por su mercantil liderazgo la “fariséica” industria farmacéutica, vendiéndonos lo que quieren y al precio que quieren, “cosas buenas para proteger nuestra salud” dirán. La cereza del “pie” es la vacuna.

Ya viene…

Una versión tecnológica del mercantilismo (mercantilismo tecnológico) se ha subido al carro del aislamiento social obligatorio. Vigente o parcialmente vigente en todo el mundo. Las relaciones interpersonales reales bajo esta condición no son posibles. Y la propuesta tecnológica mercantil propone cambiarlas por relaciones virtuales.” Los negocios virtuales (mercantilismo tecnológico en escala junior) están a la orden del día, como tabla salvadora. Los de delivery y compra remota parecen flotar en este naufragio. Pero los precios se encarecen por la movilidad y llegará un punto, en un tiempo no muy lejano, que se hundirán, cuando la gente ya no quiera pagar el sobreprecio…

Mesa servida “para el 5G. Entonces tendremos que aprender a ser humanos de otra manera. El tacto y el olfato por un buen rato estarán fuera…Locura que daña a la humanidad en su esencia. Esta deprivación sensorial parcial es muy dañina y podría ser responsable de muchas enfermedades futuras.

No sabemos cómo se nos presentará el 5G pero por más tecnológica que sea, seguirá siendo” más de lo mismo”. Recalcitrante, deshumanizante mercantilismo. Me es claro que los efectos negativos resultantes del uso de esta tecnología no son un factor de negocio relevante en el momento actual. A pesar de los indicios…

Lo virtual no es lo real y poco a poco le irá robando al individuo su libertad de escoger en el mundo real. Todo será escogido a través del ojo virtual, una cámara. Pronto descubriremos que lo que parece no es y que aunque ya no podamos confiar en los que nos venden los productos, no quedará otra que convencernos (alienarnos mentalmente) que lo que dicen es la VERDAD.

Es tiempo de dejar de lado el mercantilismo tradicional y apuntar a empresas comprometidas con el cuidado del medio ambiente y la vida saludable, física y mental de manera real. Empresas que apuntan a fortalecer las relaciones reales entre los hombres y estos con su medio ambiente.

Otra arista altamente relevante es la siguiente:

Una de las angustias empresariales en este tiempo de pandemia es: determinar quién se queda en la empresa y quién se va

¿Es el antiguo y leal empleado, allegado a los jefes, el joven saludable, el talentoso, de salario más alto…? De todas maneras alguien se tiene que ir (el principio subyacente es: preservar el capital, padre del mencionado mercantilismo)

El negocio se ha reducido, casi parado y hay que ajustarse.

Analicemos las opciones.

Los colaboradores experimentados, leales, de mayor edad son población con mayor riesgo de vulnerabilidad (aunque no sean tercera edad). Los jóvenes saludables carecen de experiencia y requieren de un tiempo para adquirirla y es justamente tiempo lo que no hay.

Talentosos y caros: cómo los mantenemos si con las justas nos sostenemos…

Hay nuevos protocolos de seguridad a instalar dependiendo de cada empresa.

¿Sé cómo instalarlos? ¿Necesito un personal experto en el tema? Sin protocolo no puedo reiniciar mis actividades. ¿Más personal?

Horarios alternados, turnos rotativos. Contratos mensuales, pagos adelantados de CTS, Suspensión perfecta. Cambio de giro de negocio. Son algunas de las estrategias más usadas por las empresas para redefinir las relaciones laborales con sus colaboradores. Algunas de estas se podrán sostener por un tiempo y luego ya no serán viables. El panorama que tenemos al frente nos habla de una parálisis importante hasta fin de año.

Las actividades se van recuperando paulatinamente y por rubros… ¿Cuándo nos toca a nosotros? Pregunta que se hacen los que todavía no han sido mencionados.

Crucemos a la otra orilla del río… Imaginemos el “dream team” para nuestra empresa. ¿Cómo sería el personal ideal?

Algunas consideraciones: que sea un personal saludable, con bajo riesgo de enfermarse, que tenga experiencia y sepa hacer bien el trabajo; que no me cueste más del precio de mercado. Que tenga flexibilidad para adaptarse a horarios de trabajo no convencionales. Y que sea en un número preciso, que me permita eficiencia y sostenibilidad.

Esta “margen del río parece más navegable”. Sin embargo surge una interrogante: Se pueden garantizar de manera espontánea estas condiciones en el mediano y largo plazo? O ¿tendremos que accionar para garantizarlas?

Nos da la impresión que no se podrán garantizar espontáneamente estas condiciones en el mediano plazo. Esto quiere decir que tendremos que accionar para poder preservarlas. ¿Cómo lo hacemos?

No hay recetas generales, pero definitivamente la respuesta requerirá de una relación más estrecha entre empresa y colaboradores.

Si hablamos de prevenir la enfermedad, en positivo, preservar la buena salud, tendremos que trabajar más allá de los protocolos de seguridad que se vienen imponiendo y se impondrán más. Tendremos que trabajar por un cambio cultural en la vida de los que trabajan con nosotros. Promover y hasta instalar un estilo de vida saludable. La salud mental y el estrés también tendrán que ser prevenidos y atendidos.

Una tercera arista:

El mercado deja fuera a las empresas…

Toda esta gente que ahora ha sido despedida, sin importar su antigüedad, capacidad o condición, es una masa crítica creciente en el mundo entero. Es difícil no conmoverse ante este drama…

Desempleados y sobreviviendo están muy distantes del prototipo de cliente para cualquier negocio. No hay negocio si no hay consumidores.

Gente estresada, encerrada en sus casas, ya está empezando a generar violencia y enfermedad.

Esta condición de parálisis o semiparálisis producirá personas no dispuestas a pagar ningún sobre precio (por sus limitados ingresos). Las empresas tendrán que acortar sus ganancias, sino quieren quedar fuera del mercado, el factor precio será definitorio.

Para terminar

Una afirmación probable

La apuesta por los negocios virtuales que nos plantea el futuro, traerá más encierro, insensibilidad y enfermedad; si no está acompañada de una buena dosis de realidad