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LA FÓRMULA DEL BIENESTAR

Publicado: 2020-07-20


Esta flotando la idea que el capitalismo va a tener que reinventarse si quiere seguir existiendo como sistema. Se habla mucho de pasar de un capitalismo centrado en la ganancia económica a uno centrado en el BIENESTAR DE LA COMUNIDAD.

EMPRESARIO: ¿COMO PUEDO GENERAR BIENESTAR EN LA COMUNIDAD SIN MORIR EN EL INTENTO?

Algunas reflexiones previas:

Durante los últimos 25 años las empresas mineras en el Perú tuvieron un crecimiento acelerado. En su afán de establecer vínculos favorables, para la explotación minera, con las comunidades, decidieron negociar ventajas a cambio de mejorar el nivel de vida de las mismas. ¿Bienestar? Para este efecto desarrollaron un paquete “estándar”, aplicable a todas las comunidades. Este consistía mayormente en: escuela, posta médica y en algunos casos potabilización del agua.

Todo esto suena muy bien, pero por algún motivo, no satisfacía las expectativas de la comunidad. Esta sentía que su “bienestar” no estaba reflejado en estas acciones de intercambio. Muchos de estos paquetes “estándar” se implementaron con la anuencia de autoridades locales “alienadas” del sentir de la comunidad y a espaldas de un diálogo amplio con todos los representantes naturales (no políticos) de la misma.

Este desencuentro “semántico”, por decir lo menos, de lo que significaba bienestar, llevó frecuentemente a una oposición violenta, innecesaria.

Sé lo difícil que es llegar a un entendimiento con una comunidad, especialmente cuando no sabe o no puede ponerse de acuerdo sobre lo que quiere. A veces, hay un largo camino que recorrer y hay que enseñar a cómo llegar (sin manipular) a un acuerdo.

En muchas oportunidades la empresa buscó el atajo a través de los alcaldes. Pero esto, a la larga, no convino ni a la empresa, ni a la comunidad.

A la empresa le faltó acercarse más a la comunidad. Conocerla y dejarse conocer.

Hasta aquí la reflexiones previas…

En Perú la pandemia parece haber generado un estado de parálisis que se extiende a todos los campos. Desempleo y desmotivación empresarial son algunos de los estragos que ha dejado a su paso. Los planes de reactivación de la economía están dando pobres resultados.

Uno de los pocos gremios que ha logrado mantenerse, operando ha sido la agroexportación. Hay problemas en la recepción de productos en países muy afectados por la pandemia, pero la producción sigue creciendo. Se espera que pronto se reabran más opciones de despacho y recepción. Y la agroexportación, que de hecho será una de los pocos sectores que cierre el año en azul, vuelva a su senda de crecimiento (diario Gestión 10 de julio 2020)

¿Qué hay detrás de esta capacidad de resistir?

Hay cadenas productivas que se han mantenido cohesionada, alrededor de un buen negocio. Que son autosostenibles y capaces de generar “bienestar” al interior de ellas mismas, con una dependencia menor, que la mayoría de sectores productivos, del gobierno central. Las cadenas productivas están muy cerca de la comunidad, requieren de ella, trabajan con ella.

Mi premisa es que: si se busca generar bienestar hay que acercarse mucho a la comunidad, para saber su definición (de bienestar) y ayudar de manera efectiva a realizarla.

En este intercambio hay muchos recursos que el empresario puede desarrollar en dirección de un emprendimiento exitoso.

Uno de ellos, es crear localía, es decir, identificarse con la comunidad a través de la generación de oportunidades de trabajo que trascienden las generaciones. Hijos de padres que laboraron o laboran en la empresa, fueron a estudiar carreras de interés para la empresa y al regresar, capacitados, fueron contratados por la misma. De generación en generación, generar puestos de trabajo y expectativa de vida futura, en la localidad, para los jóvenes. De esta manera, también, se estaría contribuyendo a evitar la migración desordenada a las grandes ciudades o la capital. Esto no es novedad, hace siglos existe en Europa. En Italia, Turín y la industria automotriz, en Alemania Solingen y la industria del acero, la rivera del río Duero, en España y la industria vitivinícola; todas estas industrias tienen una poderosa identificación con la localidad.

Otro recurso, es el desarrollo de habilidades asociativas. Esto va a permitir una alta participación de la comunidad y una especial fuerza de cohesión para los tiempos difíciles o de cambio.

Esta asociatividad tiene como pilar fundamental la confianza. Es decir, se trata de relaciones que se desarrollan dentro del marco de un espacio de confianza, con pocas reglas, pero muy claras.

La asociatividad, tiene otra ventaja competitiva: genera volumen y esto hace que la producción local sea más atractiva para mejores y más grandes negocios.

En el ámbito rural (comunidades), es más fácil vislumbrar esta localía y desarrollo asociativo. En el ámbito urbano, sin embargo,

tendríamos que ser más específicos. La localía se definiría por distritos o barrios. Y los empresarios antes de iniciar una empresa, tendrían que preocuparse en conocer a la comunidad donde va a existir. Y hacerlo de una manera diferente a como han venido haciéndolo hasta ahora. No sólo las vías de acceso o facilidades de trámites, sino también las características y necesidades de la comunidad. Y cómo tender puentes entre empresa y comunidad.

La asociatividad se vería, en las formas asociativas que puedan darse con otras empresas del ramo que existen en el mismo barrio o distrito. Reconociendo la franja de mercado ampliada a la que se puede llegar y dando siempre la mejor calidad.

Por último, es importante resaltar un principio fundamental de todo lo mencionado: LA COHERENCIA. Coherencia entre el decir y el actuar, entre los que se ofrece y lo que se hace. Coherencia que está en la base de la confianza, de la localía y la asociatividad.

En GyG-Consultores hemos desarrollado un “expertise” en este tipo de Cambio Cultural, y vemos esta posibilidad como una realidad y no una quimera. Además, podríamos afirmar que es posible ver frutos incipientes en el corto plazo y frutos notables en el mediano plazo. No es algo que: “recién disfrutarán nuestros nietos….”

Si seguimos ordenadamente el proceso de Cambio Cultural (https://geo.lamula.pe/2011/08/11/proceso-de-cambio-cultural-por-george-schofield-c/geo/) indefectiblemente llegaremos a buen puerto.


Escrito por

George Schofield Cavero

Psicólogo Social, especialista en cambio cultural y formación de usuarios. Director de GyG Consultores, constituida en asociación con George Schofield Bonello. Entre ambos atienden una amplia gama de necesidades de consultoría en Cambio Cultural y Desarrollo E


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